Los vecinos de Castellanos pagarán los desmanes del PP
El Ayuntamiento de Castellanos de Moriscos, por mor de las decisiones del Pleno gobernado por el Partido Popular, algunas arrastradas de 2015, incurrió en una violación de la denominada Ley Montoro o Regla de Gasto de las Administraciones Públicas.
A 10 de Enero de 2017, en el haber municipal, registrado por el Secretario del Ayuntamiento, se contaba con un saldo negativo de 50000 euros en el ejercicio del pasado 2016, y según el mismo Secretario Municipal, la deuda, hasta finales de Enero, ascendería a entorno a los 70000, ya que hasta esa fecha seguirían entrando facturas.
Al entender de Izquierda Unida de Castellanos de Moriscos, hay tres ejemplos fundamentales de los que ha llevado a incumplir dicha Regla de Gasto. Estos tres son:
1-Mantener el precio de suministro del agua corriente, habiendo cambiado a una empresa que comercializaba el mismo más cara el mismo precio. Entendemos que dicha medida, tomada poco antes de las municipales era harto impopular. El resultado, al Ayuntamiento le cobra Aqualia el agua más cara de lo que se la cobra a los usuarios de Castellanos de Moriscos. Este es el origen fundamental, a nuestro entender, del quebranto de la citada ley de Estabilidad Presupuestaria.
2-Sobrecoste en las obras del Parque Infantil Municipal. Se aprobó en Pleno la construcción y dotación de un parque infantil para el pueblo, la cual apoyamos y saludamos en su momento. El problema vino, cuando, sin pasar por pleno, se realizaron una serie de mejoras, cuyo importe ascendía a 41000 euros. Debido a nuestra denuncia y resto de la oposición esta factura fue retirada, aunque poco tiempo después, se presentó otra factura por importe de 29000, máximo que no haba de pasar por el pleno debido al importe de la obra con el que se adjudicó el concurso del parque. Suponemos que en algún cajón podrían aparecer varias facturas más que sumaran hasta los 12000 euros que faltan para esos 41000 que jamás fueron sometidos al Pleno.
3- Pago de una factura de 9000 euros a una persona concreta, Hilario, casualmente cura del Pueblo, por 450 ejemplares del mismo libro sobre el pueblo, y editado por una editorial propiedad de la sobrina de esta persona. Lo que a nuestro entender implica un clientelismo barato y deleznable.
Como puede verse, ninguno de estos casos ha supuesto un interés general para la población de Castellanos, ni ha buscado un interés redistributivo de recursos municipales en base a rentas y necesidades de las personas que residen en el pueblo, si no que más bien responden a intereses partidistas y personalistas del Equipo de gobierno municipal.
La Ley de Estabilidad Presupuestaria, nos obliga a que en 2017, “devolvamos lo gastado de más” en 2016, para lo que el Pleno del Ayuntamiento habrá de aprobar, un Plan de Ajuste que será parte del Presupuesto de este 2017.
A esto hemos de sumar el ajuste del IBI para el año 2017, pues Castellanos, al contrario que la práctica totalidad del resto de la provincia, dejará de percibir cerca de 150000 euros con respecto al pasado año 2016 por este epígrafe, ya que hasta este año teníamos un IBI sobredimensionado.
Nos encontramos con una situación harto complicada para 2017, con un ajuste, en términos globales, de entre un 10%- 12 % del Presupuesto Municipal Anual, lo que se traduce en una cifra entre los 180000 y 220000 euros de recorte en gastos con respecto al pasado ejercicio.
Desde Izquierda Unida nos opondremos a que dicho Plan de Ajuste suponga una vuelta de tuerca sobre los escasos servicios públicos que actualmente presta el Ayuntamiento, pues casi todos han sido externalizados, así como a un empeoramiento en las condiciones de uso de los mismos. Así mismo, entendemos, que una vez más la ciudadanía de Castellanos habrá de pagar los platos rotos de una gestión ineficiente y rayana en lo caciquil de el actual Equipo de Gobierno, no es nada justo que el común del municipio haya de pagar los desmanes causados por quienes no son capaces de cumplir con las normas de su partido no con, al parecer un mínimo de ética en la gestión municipal.